Más 'amarillo' que morado

“Crisis”, “minicrisis”, “división”, “ruptura”... Como si del mismísimo William Hearst se tratase, nuestro capitán, Edu ‘urticaria’, ha utilizado estos términos apocalípticos -propios de la oposición o de cualquier periódico sectario- para referirse a un episodio nacional (¡Qué grande Pérez Galdós!) acontecido el día ‘D’ a la hora ‘H’ en cualquier subterráneo, de cualquier pabellón.

Intoxicado por su vena periodística y, sobre todo, por la lucha encarnizada de los medios de comunicación por hacerse con la audiencia -el blog tiene menos expectación que los partidos del Cajasol en la Eurochallenge-, Edu publicó la semana pasada una crónica en la que el sensacionalismo y el morbo hicieron acto de presencia. Y tanto que lo hicieron. Sin quererlo ni beberlo, Andrés y un servidor nos convertimos en el Ramón Calderón y el ‘Nanín’ de turno por un asunto menor. Quizás esto último sea discutible, pero si se ha mirado para otro lado cuando han ocurrido otras cosas -técnicas, ausencias, ampliación de plantilla, etc- por qué se hizo tanto hincapié en esta milonga.

Se acabó la discusión, que ya me calenté en demasía con el número 16 del Imprenta Alcalá. Por cierto, desde ese día entiendo por qué este equipo se denomina ‘Imprenta’: ni el mismísimo Gutenberg hubiera sido capaz de grabar sobre mi cuerpo con tanta mala leche tal cantidad de tatuajes provisionales. Ilustraciones de estilo cubista y color morado, las cuales convivieron en mi torso varios días para regocijo de mi espejo y curiosidad de mis queridas. Los moretones ya se fueron, y el número 16 volvió a comer.

Respecto al último partido, hay poco que contar. Bueno, lo más interesante fue la cena que tuvo el Rey Morado. Sí, Juanjo I de España y V de Split, se retiró a Palacio después de completar un magnífico encuentro. Se trató de una reunión privada donde el perfume brilló por su ausencia. Fuentes cercanas a la Casa Real, afirman que Juanjo celebró su despedida de soltero sin haber dicho ni pío a sus camaradas jugoplastikos.

Todo hace indicar que tras la cena salió la opción de ir al ‘Colores’, pero al final los chicos se decidieron por contratar a Daniela, más conocida como la ‘stripper’ de Picassent, una alternativa, sin duda, mucho más económica. Sin embargo, la exuberante chica no pudo realizar su famoso número, ya que Juanjo no contaba con leche condensada en la despensa. A pesar de estos rumores, ‘Iverson’ se encargará de aclararnos todo cuanto ocurrió aquella noche.

En vista del amarillismo al que últimamente tiende este blog, iremos aportando nuevos datos de cómo se gestó la noche del 24-E. Después de ‘la noche de los cuchillos largos’ de Vicente, posiblemente estemos ante ‘la noche de la leche condensada’ de Juanjo.

Seguiremos informando.