jueves, 15 de enero de 2009

Una diputada de chiste

Cortita, a la mano y sin despeinarse

Guanma, tu acento es de chiste. Ya lo dijo Montserrat Nebrera, diputada del PP en el Parlamento de Cataluña, cuando tildó de “chistoso” nuestro acento para mofarse de la ministra de fomento Magdalena Álvarez. Digo yo, que habrá argumentos políticos suficientes para opositar con dureza contra la gestión de la ministra que entrar en camisas de once varas con el tema del acentito.

Según la Montse, tú, Guanma, no puedes ir a ‘trabajá’ a La Espiga junto a tu ‘compare’ Andrés, ya que allí no se corta ‘hamón’, sino la pierna trasera de cerdo, salado en crudo y curado de forma natural (tal y como diría la letrada y bien hablada señora diputada). Pero tampoco podrías ‘echá’ una ‘servesita’, ‘serví’ las mesas y mucho menos espetar expresiones san soeces como ‘marchando’ o ‘illo’, ‘killo’, ‘miarma’, ‘pisha’ y derivados. Sí, Guanma, estamos en el siglo XXI y a los hombres hay que tratarles como caballeros y a las mujeres como señoras.

No está bien que me pegues un ‘telefonaso’ para tomarnos unas copillas y ‘cogé un siego del copón’. Hay que iniciar las conversaciones con un educado “hola”, en vez de un vulgar ‘¿qué passa?’. Cuando te declares a una chica, no le puedes decir: ‘illa, te quiero má que un tractó’ o ‘illa, me tienes tela de emparanoiao’. Tampoco debes abusar del baloncesto, ya que siempre terminas ‘reventao’ los partidos. Luego, te ‘ensirocas’, te ‘embalas’ y ‘te mando al carajo’. Así no.

¿Y por qué cuando te preguntan por un colega tuyo siempre dices que es ‘güenahente’? Acaso el resto de la población, que no es tu amiga, es ‘malahente’... Curiosa tu forma de describir a las personas. Desde luego, económica es.

De todas formas, tampoco es cuestión de cebarme contigo, ya que tienes ‘musho arte’ y eres... ‘¡mu güenahente, cojone!’.

Bromas aparte, el andaluz es un dialecto, una variedad lingüística, y como tal no debe sentirse inferior al habla de ninguna otra Comunidad de España. Es más, los hablantes andaluces cometen errores menos graves que otros ciudadanos españoles. Por ejemplo, el laísmo, leísmo y loísmo (errores graves) se dan en Madrid, Valladolid y otras ciudades que cuentan con una gran reputación lingüística y, supuestamente, son modelos a seguir.

Nada más lejos de la realidad. No existe un español o castellano ‘standard’ ni existirá, ya que (que quede claro) la lengua la hace el uso de los hablantes y no las normas. Es decir, a partir del uso se hace la norma, y no al revés.

Señora Nebrera, con las carreras y los estudios que usted tiene, debería saber que el nivel del hablante no se mide por su forma de pronunciar, sino por su cultura y habilidad para dominar una gran variedad de registros, orales y escritos, según el contexto de habla en el que se encuentre.

Vamos, una diputada de chiste.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Joe "miarma"...ya el toco "ar niño" ser el centro de tu diana...
Jajajjaa...claro...Ramón estuvo poco tiempo el sabado con nosotros como para dejar alguna de sus perlitas...jajajajaj.

Anónimo dijo...

Juan Manuel 8#